Como todos disponemos de cuerpos energéticos, así como de cuerpos físicos, estamos enviando continuamente pensamientos positivos y negativos a otras personas y cosas a nuestro alrededor, a menudo sin darnos cuenta. Muchas veces no pensamos en las consecuencias que estos pensamientos y vibraciones tienen sobre los seres vivientes. Rezar es una forma de enfocar nuestra energía sobre una intención positiva hacia la otra persona, para que la envidia no nos convierta en enfermos físicamente, emocionalmente y espiritualmente, porque la persona envidiosa crea lazos negativos hacia otras personas y puede resultar destructivo para ambas.